Hubo un tiempo en que actores de cine con mucho talento pero sin proyectos de interés decidieron pasarse a la televisión, de lo que salió que Steve Buscemi protagonizase Boardwalk Empire, Kevin Spacey hiciese lo propio con House of Cards o William H. Macy triunfase con Shameless. Sin embargo cuando ya Ashton Kutcher decidió que igual él también se merecía su hueco o cuando Ashley Judd pensó que íbamos a pasar que nunca hubiese sabido actuar, todo se torció.
A partir de ahí se inició la actual avalancha de estrellas del cine de los ochenta y noventa buscando carne fresca en la televisión, viendo como Susan Sarandon, Robin Williams, Meg Ryan, Michael J. Fox, Billy Crystal, Paul Giamatti, Bill Murray, Kevin Bacon o Jamie Lee Curtis pillaban su propio proyecto. Si hasta Halle Berry ha pescado una serie. No nos malentendáis, compramos una serie de Bill Murray en HBO con los ojos cerrados e incluso nos ha hecho gracia el show de Robin Williams – que ahora volverá a ser la Sra. Doubtfire – en CBS, pero creo que tendría que haber un límite de estrellas venidas a menos en televisión.
O por lo menos que sean actores que interesen, como los que proponemos a continuación.