Pocas figuras de la cultura popular han tenido tanta exposición como Batman. Desde aquel Detective Comics 27 hemos visto a lo largo de numerosos medios una gran cantidad de enfoques del hombre murciélago. Desde series de televisión como la mítica protagonizada por Adam West a videojuegos como los Arkham de Rocksteady. Terceros han sabido elaborar lo mejor y lo peor partiendo de la creación de Bill Finger y Bob Kane. Sirva el cine como ejemplo, estando las películas de Christopher Nolan y Joel Schumacher en esos extremos de la comparación.
Pero lo que casi todas comparten es la creación de un universo en torno a la presencia del caballero oscuro. Desde las más célebres páginas del cómic de Frank Miller a los más brillantes episodios de Bruce Timm en la serie de animación, todos han tenido a Batman como protagonista y pilar central. Y aún así, hoy nos encontramos con una serie basada en ese universo del alter ego de Bruce Wayne que no tiene a este como epicentro. Más cercano al enfoque policial que ofrecía la rara avis que es el Gotham Central de Ed Brubaker y Greg Rucka, la Gotham que tenemos ante nuestras pantallas es el germen de lo que todos hemos visto o leído previamente.
Su prometedor piloto es lo que analizamos a continuación.