Una vez llevas un tiempo viendo cine y televisión o estando inmerso en cualquier otro medio ya casi no se pide tanto la excelencia técnica para cada uno de los productos que nos pasan por delante sino al menos la novedad. Que no sean refritos de otras cosas ya vistas, que en los cuarenta y dos minutos que dura un episodio – máxime un piloto – nuestra atención no empiece a disiparse por la habitación en la que estamos situados por no conseguir que nada consiga nuestro interés. Battle Creek no consigue ese objetivo.
Podemos decir que el episodio no tiene mal ritmo, que la producción técnica está a la altura y que se ha puesto todo el empeño en que la serie de CBS sea un éxito con un reparto con unas cuantas caras conocidas, pero nada nos librará de pensar que todo lo que aquí se nos cuenta ya lo hemos visto de una forma u otra y nos lo podemos ahorrar perfectamente. Algo así como lo que le está pasando a FOX con su otro procedimental policial, Backstrom, que por mucha presencia de Rainn Wilson no consigue convencer.
Hablamos un poco más de los problemas de Battle Creek a continuación.